Los militantes sindicales, sociales y políticos con vocación para construir la fuerza popular organizada que sustente en la Ciudad al proyecto nacional que encabezan los compañeros Néstor Kirchner y Cristina Fernández, convocamos a los porteños a sumarse a La Tendencia Nacional y Popular, un espacio político para nutrir desde el compromiso y la acción el desarrollo del Encuentro Popular para la Victoria. Interpelando a todos los sectores con amplitud y generosidad, afrontamos el desafío de consolidar la transformación que se inició en nuestro país el 25 de mayo del 2003.

28 diciembre 2010

El macrismo se fue a febrero, con la Coalición Cívica y Proyecto Sur

El macrismo fracasó anoche en su enésimo intento por obtener el apoyo de la oposición para sancionar el Presupuesto 2011. Tras enhebrar a dos puntas acuerdos con el PJ, por un lado, y Proyecto Sur y la Coalición Cívica (CC), por el otro, al Pro se le escapó la tortuga y tuvo que conformarse con aprobar la prórroga de la Ley Tarifaria y el Código Fiscal, merced a los votos de los diputados conducidos por Elisa Carrió, la denarvaísta Mónica Lubertino y el monobloquista Raúl Fernández.

Así, el oficialismo en la Ciudad consiguió un bálsamo de 300 millones de pesos que provendrían de la recaudación de los Ingresos Brutos, aunque se postergó para el próximo 21 de febrero el debate sobre el proyecto de presupuesto. Pasadas las 23:30, levantaron sus manos a favor del colchoncito financiero los 24 ediles del Pro y los ocho aliados de la jornada, mientras los cuatro diputados del Bloque Peronista votaban por la negativa. “La Coalición Cívica le da la plata a Macri pero todavía no se sabe en qué la va a gastar”, graficaron desde el Encuentro Popular para la Victoria.

Desesperación ante lo inexorable
“Le pido un esfuerzo a la oposición”, dijo a las 21:03 el titular del bloque de diputados del Pro, Cristian Ritondo. Abatido por la imposibilidad de plasmar en el recinto los acuerdos que se tejieron con la CC y Proyecto Sur, el dirigente de Mataderos ensayaba una pirueta más a la espera de que los lilitos y los pinitos -bautizo anónimo en Perú 160 para los seguidores de Carrió y Solanas- ocuparan sus bancas, mientras el vicepresidente de la Legislatura, Oscar Moscariello, ordenaba que se frenara el reloj para dilatar el tiempo de tolerancia a la demora.

Quince minutos después, irrumpieron en el recinto los seis soldados de Carrió, comandados por el chaqueño Fernando Sánchez. “Che, estamos solos, es una cagada”, le susurró la legisladora Diana Maffía a su compañera Rocío Sánchez Andía, quien no ocultaba su fastidio por garantizarle el quórum al Pro.

El líder de la bancada de la CC pidió la palabra y solicitó un nuevo cuarto intermedio hasta las 22, mientras filosofaba sobre la “responsabilidad institucional” para justificar su presencia allí. En tanto, el bloque presidido por Fabio Basteiro crujía sin cesar por las negociaciones que había emprendido la semana pasada el amigo personal de Solanas y vicepresidente segundo del cuerpo, Julio Raffo, para colocar a Beinusz Szmukler en el Consejo de la Magistratura a cambio del apoyo de sus compañeros de bancada al Presupuesto 2011.

Desde la tarde, circularon versiones que daban por cerrado un pacto entre el macrismo, la CC y Proyecto Sur en esa dirección. Por medio de la red social Twitter, Basteiro se apuró a desmentir el trascendido. “Lección número uno para la nueva política: no hacer acuerdos que no resistan un tweet”, escupió por esa vía la diputada Gabriela Cerruti.

A pocos minutos de las 22, las febriles discusiones entre los presidentes de bloque se habían trasladado al despacho de Moscariello, donde también estaban el titular de la Comisión de Presupuesto, Álvaro González, y el compañero Francisco Nenna. “Nosotros no negociamos nada”, bramó enfurecido Basteiro, y González retrucó mostrándole un papelito con la firma de Tomás Raffo, sobrino y asesor del abogado de Solanas, que enumeraba una serie de pedidos para votar por la afirmativa.

Trabada la disputa, el kirchnerismo, el PJ, el ibarrismo, el MST, Igualdad Social y Proyecto Sur abandonaron el reducto del Pro, pero los macristas se quedaron con la CC y los radicales Claudio Presman y Rubén Campos. Según fuentes del oficialismo, los diputados de la UCR facturaron “torpeza” a la fuerza política de Mauricio Macri. “Ustedes arreglaron con Proyecto Sur y, como se les cayó el acuerdo, nos vienen a buscar a nosotros”, habrían enrostrado con despecho, y culminaron lapidariamente: “ahora no les votamos nada”.

El saldo y los heridos
Cuando la CC, la prima de María José Lubertino y Fernández se sentaron a sus bancas, el resto de los bloques se había arracimado en la oficina de un diputado opositor. Algunos, demasiado atados de pies y manos como para bajar y acompañar al Pro como hubieran deseado; otros, saboreando la evidente debilidad política del macrismo.

Mientras seguían el derrotero de la sesión por televisión, los legisladores de Diálogo por Buenos Aires, Encuentro Popular para la Victoria, Bloque Peronista, Nuevo Encuentro, MST e Igualdad Social firmaron un comunicado conjunto en repudio a la transacción de voluntades para aprobar un presupuesto que reproduce y profundiza la desigualdad y la transferencia de recursos públicos al sector privado. Proyecto Sur se negó a rubricar el documento. “Nosotros nos estamos preparando para gobernar la Ciudad y no podemos dejar al oficialismo sin una herramienta para gestionar”, habrían dicho cerca de Raffo.

A su vez, el teléfono de Ritondo, quien llegó a ofrecer su renuncia a la presidencia del bloque, no paraba de sonar. Desde Bolívar 1, seguían con celo los avatares de una sesión que empezó el miércoles pasado pero cuyos acuerdos se tramaron, con tanta paciencia como inutilidad, desde hace más de un mes.

Y es que el balance no es alentador para Macri. Procesado por espionaje, cercado por conflictos sociales que no quiere ni sabe resolver e incapaz de consolidarse como el referente de una derecha que le presta creciente atención al caudillo represor Eduardo Duhalde, cerró el año sin presupuesto y con un tendal de heridos en batalla.