
Los compañeros de La Tendencia Nacional y Popular recorrimos ayer la Comuna 5, bajo la lluvia y el frío. Mientras Grindetti tweeteaba sin cesar y Bullrich seguía preguntándose cómo hacer para ejecutar el presupuesto, nosotros estuvimos en la escuela José María Ramos Mejía, en la esquina de 33 Orientales y Don Bosco.
La directora nos contó que los pibes almuerzan en los pasillos porque no tienen comedor. "Comen hacinados como fardos", graficó.
Pero como la única verdad es la realidad, les dejamos aquí una foto que ilustra qué lugar ocupa la educación pública entre las prioridades de Mauricio Macri. Lo que se ve en la imagen es el techo de la Sala de Música. Se rumorea que, si el Do del piano sale muy agudo, se viene abajo.
Como si fuera poco, la indignación de las autoridades con los funcionarios del Ministerio de Educación nos dejó un dato color. Al parecer, la cooperadora de la escuela consiguió un presupuesto para encarar algunos arreglos en el establecimiento por cincuenta mil pesos. Sin embargo, desde la cartera educativa visitaron la misma escuela, detectaron los mismos problemas de infraestructura y labraron un presupuesto por 500 mil pesos. Se les escapó un cero nomás.
Uno de los padres de los alumnos recordaba que un cielo raso en una de las aulas "se había combado" pero el PRO nunca se hizo cargo. "Cuando mandan una cuadrilla, es nada más que para cambiar un foquito", sentenció.