Durante la charla organizada por La Tendencia Nacional y Popular, el titular del bloque kirchnerista en el Congreso atribuyó al "coraje" de la presidenta Cristina Fernández "el pasaje del clivaje entre consenso y confrontación al de la política versus las corporaciones".
El presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria en el Congreso nacional, Agustín Rossi, se despachó contra los grandes grupos económicos y los partidos opositores durante la charla organizada por La Tendencia Nacional y Popular el pasado 23 de noviembre. Bajo el título "La política o las corporaciones", el edil kirchnerista expuso, junto al compañero legislador Francisco "Tito" Nenna, sobre las acechanzas de la hora y las posibilidades de construcción política para el Proyecto Nacional que encabeza la presidenta Cristina Fernández.
En ese sentido, consideró que el título del debate explicaba "cómo se desenvuelve la lógica de la política argentina". "Nosotros somos un movimiento político cuya competencia no está en los partidos políticos opositores sino que está, fundamentalmente, en el poder corporativo", aseveró.
Y desde esa perspectiva, subrayó que " los movimientos nacionales y populares avanzaron cada vez que las consignas fueron claras". Sobre ese tópico, mencionó la potencia sintetizadora de binomios como Braden o Perón, Liberación o Dependencia y Patria o Colonia.
También aprovechó para resaltar el rol de la jefa de Estado al acertar en los ejes sobre los que centró la discusión política, y facturó a la oposición el haber "resignado cualquier posibilidad de construcción autónoma respecto del poder corporativo". Si bien reconoció que "la Argentina es un país con fuerte peso de las corporaciones", enfatizó que el compañero Néstor Kirchner "fue un presidente que se plantó" contra ellas.
Rossi se refirió, entonces, al raudo descabezamiento de la cúpula militar en 2003, el avance con las paritarias a pesar de la resistencia del empresariado y los aumentos concedidos por decreto para el salario mínimo y las correspondientes obligaciones que derivaban de ellos sobre el sector privado. Asimismo, distinguió al interior de la administración kirchnerista dos etapas, y caracterizó a la segunda, ya bajo la presidencia de Cristina, como una etapa de profundización.
Párrafo aparte dedicó al conflicto con las entidades ruralistas por el debate sobre la resolución 125 y la discusión de las rentas extraordinarias. Y aunque admitió que "nosotros cometimos muchos errores a lo largo del debate por la 125", adujo que las coberturas mediáticas "presentaban a ellos (en referencia a los dirigentes de la Mesa de Enlace) como la Familia Ingalls y a nosotros como los Locos Adams". "Para imaginarse a Biolcati como Laura Ingalls, hay que hacer un esfuerzo", remató para que se desatara una carcajada generalizada.
Finalmente, detalló que el escenario de las elecciones legislativas de junio de 2009 estuvo tamizado por la consigna consenso versus confrontación. "Un escenario que siempre le conviene a la derecha porque esconde las diferencias ideológicas", precisó.
Y para culminar, destacó como "un gran mérito de Cristina" el de "ir modificando el clivaje entre consenso y confrontación por el de la política versus las corporaciones". Merced a esta transformación, según Rossi, "se pasó de la etapa de la resistencia a una etapa de avance".
Con ese criterio, llamó a "construir poder no sólo con los cuadros políticos puros sino también con los compañeros que comparten una parte de lo que pensamos". "Nosotros tenemos que aspirar a que en 10 años tengamos dirigentes políticos formados ideológicamente y comprometidos ideológicamente pero con visibilidad pública y potencialidad electoral en cada uno de los rincones de la Argentina", concluyó.